Le Petit Prince

Este fin de semana estuve en casa de mis padres y hermano, como de costumbre.

No tenía muchas obligaciones, por lo que me quede en la habitación de mi hermano mientras él buscaba música libre (música de libre distribución por la red). Me había recomendado leer "El pequeño Príncipe" de Antoine de Saint-Exupéry, un libro del que prácticamente tod@s hemos oído hablar y que seguramente muchos de vosotr@s ya habéis leído. Nunca lo había leído hasta entonces y, por consiguiente, desconocía prácticamente el argumento del cuento, así como la vida se su autor.

Me puse a leer y a los 5 minutos tenía claro que esa misma tarde me lo quería acabar porqué intuía una gran verdad en su interior. Leía despacio, y repetía las frases para impregnarme del ambiente que el autor quería despertar en mi. No quería perderme nada de la história, ni los hechos ni los sentimientos ni los caracteres de los personajes.

No es un libro largo sino que es más bien corto, porque es un cuento infantil, pero que todo el mundo adulto debería leer porque narra la esencia de cómo debería de ser la vida en efecto: debería ser como la veíamos de chicos, sin complicaciones, sin ansias de grandeza, poder o reconocimiento, inocentemente, sin preocupaciones abstractas y absurdas, sin temores. Actuar y ser nosotr@s mism@s de pura lógica. El pequeño príncipe, dice el autor, nunca respondía a las preguntas y cuando formulaba una, no paraba de repetirla hasta que obtenía la respuesta.

"El cordero que quieres está aquí dentro."

Pensando en la actitud del personaje, entiendo que es bastante niño como para sentir curiosidad por todo, y bastante más adulto que todos nosotros ya que presuponía que lo que estaba haciendo era lógico y no requería pregunta alguna, pues en sus actos se encontraban todas las respuestas. La mayoria de nosotros nos pasamos más de media vida explicando y justificando el porque de nuestros actos ( yo el primero y el que más).

Este libro me hizo llorar (aunque mi hermano no me viera lágrimas en los ojos, supo que lloraba por dentro), me emocionó, tiene un final único y la última conversación desprende tantísima humanidad y amor que no pude menos que querer llorar.

"Este es el paisaje más bello, a la vez que el más triste."

Es un gran libro y, gracias a ésto, esperaré impaciente mi próxima noche de soledad bajo el cielo estrellado.