jueves, 22 de mayo de 2008

Anoche

- Hey, hola.
- Hola.
- ¿Habéis oído lo de anoche?
- Hostia, si que lo he hemos oído si pero, ¿que fuerte no?
- Nadie se lo podía imaginar. Es increíble.
- Pero, ¿cómo fue exactamente?
- Sólo hay rumores por ahí, pero aun así me parece muy fuerte.
- ¿Pero ocurrió por casualidad o qué?
- Yo he escuchado por ahí que ya había intenciones que sucediera.
- ¿De veras?
- Tu que vas a saber si había o no intenciones, si no te enteras de la mitad de las cosas.
- ¿Eh?¿Cómo?
- ¿Ves lo que te digo?¡Que no te enteras!
- Bah, cállate un rato.
- Vale dejadlo, vamos al tema..
- Pero a ver. Alguien sabe del cierto que paso?
- ...
- A ver, creo que menos tu y la novia de éste pazguato, todos sabíamos que anoche iba a ir allí, pero me parece que todos pensábamos que era una soberana "gilipollez". Y por lo visto nos equivocamos, o no se nos pasó por la cabeza que pudiera ocurrir lo ocurrido.
- Si, más o menos creo que todos estamos un poco igual. ¿"Boquiabiertos"?
- Eco di qua.
- Pero oye, se ve que se apuntó al viaje el mozo del bar.
- ¿Quién? ¿el jefe?¿el que lleva el negocio?
- No no, el "rubiales" que le ayuda, el chaval ése así tan vanidoso.
- ¿Y eso?

- ... Si te ocurriera a ti seguramente firmarias.. 

- Pues no lo se, yo creo que le debían de liar, ya sabes como son.
- No.. no lo creo, yo creo que se apuntó por si le quedaba alguna oportunidad al aire que aprovechar a su favor.
- Si pero les venía bien que fuera, en el supuesto que lo tuvieran todo planeado, porque así nadie se quedaba solo.
- Y que casi la lian no?
- Hostia si, yo me he acojonado vivo porque para mi eso de la seguridad es muy sagrado.
- Ya pero no pasó nada me han dicho, al final ha quedado en un pequeño contratiempo.
- No se yo...
- Y ahora que representa que debemos hacer? 
- No lo sé, ¿que tocaria?¿Empezar a discutirse por eso o intentar ponernos en su lugar?
- Yo creo que me voy por la bronca, no me sabe nada bien todo ese rollo.
- No hombre, ¿qué derecho tienes tu para ir plantando batalla? Deberías intentar ponerte en su lugar. Ni tan siquiera sabes como se sentía. Si te ocurriera a ti seguramente también firmarias la primera vez y las mil siguientes.
- Puede.. pero olvidais que yo soy un poco más recatado y que a mi nada de eso me va a pasar por ser como soy. Lo sabéis de sobras.
- No sabes nada de lo que te va a ocurrir. Quizas la oportunidad de tu vida se te plante en la puerta de casa hoy mismo. Seguramente no te darías ni cuenta porque eres burro.
- Mira quien habla. El que se dejaría pegar si eso calmara a su amigo que esta furioso porque su equipo ha perdido.Siempre estas poniendo la otra mejilla. Todo el mundo se aprovecha de ti y tus buenas intenciones y no te das ni cuenta.
- ¿De veras lo creéis? Que le voy a hacer, para vosotros eso es "ser tonto", para mi es ser buena persona, no me gustan los conflictos. Si, no lo sé. No creo que deba echarle en cara nada de todo eso. Yo también, como todos, firmaria si se presentara o presentase la oportunidad.
- Pero a ver... vamos a aclarar eso un momento. ¿Ya sabían a lo que iban cuando fueron para allá? 
- Es que no lo sé yo, creo que no estaban muy de acuerdo sobre el plan de ruta.
- ¿Y ahora dónde están?
- Sobando hombre, donde van a estar?
- Pero, ¿que no trabajan?
- Si, pero iran más tarde.
- Joder.. que lio. O sea.. "enresuiendo": Sabemos qué pasó pero no hasta que punto la intención era ésa.
- Algo así.
- Pues es una mierda, así no hay quien se entere.
- Bien, habrá que esperar a ver qué ocurre. Puesto que ha salido bien, imagino que repetirán.
- Escuchad, ¿no os sentís como un poco ignorados con todo ese rollo?
- Yo que sé... ya me he agotado del tema de las narices. Me largo a tomar viento.
- Pues ala, aquí se queda la cosa. ¡eh!, si alguno se entera de algo más que nos lo cuente al resto eh?
- Si si, descuida.
- Ape doncs, a cascarla! Id con Dios.
- Adios.
- Hasta luego!

miércoles, 14 de mayo de 2008

Salirse de las pautas

La sociedad ha establecido con el tiempo ciertas pautas de conducta tan básicas que llegan a definir algunos de los conceptos con los que vivimos. Sirva un ejemplo para entender esta breve frase.

Sé realizó un estudió con chimpancés, eran 6. Los tenían como en un zoológico, con su espacio habitual. Los investigadores probaron lo siguiente. Pusieron comida en un sitio alto en medio de la zona y sólo se podía acceder a éste gracias a una escalera que había debajo. El experimento consistía en dar una pequeña descarga eléctrica a todos los monos cada vez que alguno tocara la comida.

Un primer mono lo intentó y hubo descarga para todos pero no pasó nada más. La segunda vez fue igual, pero algunos monos ya emezaron a asociar los hechos de tocar la comida con el chispazo. Las veces que hicieron tres y cuatro, todos los monos ya sabían el juego y en cuanto uno se subía a la escalera los demás íban y le pegaban para disuadirlo de su intento por "electrocutarles a todos".

Luego los cuidadores sacaron a un mono, y pusieron a otro nuevo al que llamaremos "1". En ver la comida, lógicamente, lo que hizo el mono "1" fue ir a por ella, con lo cual el resto del grupo se abalanzó contra éste para auyentarlo. Habiendo aprendido la lección, el personal cambió un segundo mono, el "2" entró, y la escena se repitió. Así fueron poco a poco cambiando todos los monos, hasta que cambiaron al último y entró el "6", que también recibió palos en cuanto se acercó a la comida. Ya ninguno de los monos originales estaba en la jaula. La diferencia entre los que ahora estaban dentro y los que ya estaba fuera era que para los primeros, era una reacción ante un peligro "si tocan la comida sufrimos" mientras que para los nuevos eso era algo que "SIEMPRE HABÍA SIDO ASÍ", era una costumbre.

En ésta vida el hombre vive de muchísimos casos como el descrito anteriormente, lo cual hace que no pensemos en el porqué de ciertas cosas.
Por lo general la gente suele seguir las pautas mencionadas inicialmente por el "siempre ha sido así" y aquellos que se lo cuestionen por el hecho de darse cuenta o de esto y querer salir de las pautas, o por el simple hecho de que son así, siempre lo han sido y siempre lo serán, estos individuos no seran, habitualmente, comprendidos por la gran mayoría de la sociedad.

Cuando se formaron estas pautas, muchas de ellas ya hace miles de años, la sociedad era completamente diferente de hoy. Muchas se crearon con la intención, y sin ser a veces conscientes de ello, de controlar un poco a la población. Como cuando te dicen que en inglés la palabra "FUCK" viene de "Fornication Under Consentiment of King". Quien es el rey para decidir si tienes o no derecho a reproducirte? ... Aunque en ese caso todos imaginamos que no saldria muy bien porqué "milagros" no se pueden y seguramente entonces ,cuando la líbido llamaba a la puerta, el tema íba para adelante con o sin consentimiento de nadie.

En resumen, álguien hizo algo en su tiempo por unas razones concretas y marcó unas pautas, pautas que se siguieron durante miles de años, pero cuyas auténticas razones solo las conocieron la generación creadora y la siguente en todo caso, pero desde entonces quedaron como pautas de conducta, y "siempre fue así"...

Existen varios ejemplos de pautas y conductas de esas, por ejemplo, muchos jovenes queremos ser altos y musculosos porqué asi lo manda el canon de belleza..? .. porque los guapos siempre han sido así?... Seguramente imagináis, porque no tenéis un pelo de tont@s, que esto viene de cuando los cavernícolas, el más alto y musculoso entonces era el que también era el mas fuerte, el que podía proteger.. y las mujeres delante del peligro preferían a aquellos que les pudieran proteger, es lógico, no? Hoy ya no es así.

Nena, te casas conmigo?

Sin embargo los tíos seguimos queriendo ser cachas, a pesar de ser mas flojos que un cacho de madalena.

A algun@ de vosotr@s se le ocurre algun otro ejemplo?

jueves, 8 de mayo de 2008

Filosofía de partido: Defender y joder al base hasta la muerte!

Os seré sincero, me encanta el deporte. Es decir, me encanta hacer deporte. Sobretodo deporte en compañía, con amigos y compitiendo. Verlo no me atrae casi nada, pero practicarlo me encanta. Esa sensación de poder conseguir algo junto con los tuyos, y esforzarte por una victoria y ver que somos, y en concreto yo, que soy capaz de ser útil y hasta necesario en el equipo, esa sensación es inigualable, así como la del esfuerzo reconocido.

Concretamente yo jugaba a baloncesto, digamos que es un deporte que a base de años terminó por no dárseme mal del todo, aunque nunca llegué a un nivel competitivo serio.  Jugué durante 12 años en el equipo de mi pueblo, con chavales de mi edad. Compañeros, amigos al cabo de los años.

 Al principio de los principios, no tenía más que unos 6 o 7 años cuando empecé, recuerdo que éramos todos iguales, igual de altos, igual de críos, igual de torpes. Nos tuvieron que enseñar a botar el balón con una mano. Cuando supimos la mayoría hacerlo con una mano, tocó hacerlo sin mirar el balón. Recuerdo que para eso nos metían una visera debajo de la nariz puesta del revés, para forzar que miráramos al frente. Era imposible, recuerdo.

Pasaron los años y empezamos a controlar el tema del balón un poco más. En poco tiempo salieron los "buenos", compañeros que por su altura o por su habilidad tenían más facilidad que el resto para encestar. Esos enseguida empezaron a jugar más que los demás, ya que ayudaban a ganar los partidos. Estaban los del montón que, a pesar de todo, iban tirando y finalmente siempre había un par que no acababan de cogerle el truco. 

Yo no era ni bueno ni medio-bueno, era más bien entre medio-malo y malo. Mucho banquillo me he chupado yo. Existe un comentario habitual en plan de broma cuando conoces a alguien que practica el mismo deporte que tu. Preguntabas "Y tu de qué juegas?" y te respondían vacilones,.. "banquillo derecho, y tu?". La primera vez que lo oí me quedé patidifuso. Como podían aceptar tan claramente el hecho que no jugaban demasiado? Yo estaba igual o pero en tema de banquillo, pero nunca me fijé en los minutos de banquillo, siempre en los minutos de pista. Eran los minutos que me ganaba por mi trabajo, el salir a jugar. Si lo hacía aceptablemente regular, me daban más minutos. Eran unos minutos que yo apreciaba mucho. Quería ser bueno, quería poder ser alguien importante de mi equipo. Y cuando estaba en el banquillo, me pasaba los minutos animando al equipo. Aunque no hubiera tensión o perdiéramos de 40.


Luego pasó algo inusual, un día entrenando probé a saltar lo mas alto posible al hacer una entrada y, para mi sorpresa, pude llegar a tocar la red de la cesta. Nadie que fuera como yo o un poco más alto podía lograr esa hazaña. Estaba destacando en algo! Saltaba más que el resto! En parte era lógico, porque en mi familia es bajita, así que mientras mis compañeros estaban raquíticos pegando el estirón, yo ya dejaba de crecer lo poco que crecí y empecé el paso siguiente de la pubertad, es decir, empecé a ganar músculo. Puesto que las piernas eran lo que mas ejercitaba, estas se me pusieron como las de un toro. Era rapidísimo, i tenía bastante habilidad con ellas. Gracias a eso pude lograr el objetivo de ser de alguna ayuda en el equipo. 

Durante una época fui medio-bueno, llegando a encestar en algún partido hasta 12 puntos (lo nunca visto en mi, vamos). Lo más importante que aprendí de esa época y del baloncesto en general, es la cultura de la competición y de creer en el esfuerzo que uno quiere dedicar a las cosas, algo que después me ha servido toda la vida. 

Sabía que no era ni el mejor ni el segundo ni nada.. pero quería ser importante en el equipo, así que me tomé siempre los entrenamientos muy pero que muy en serio, como si de una final se tratara. Lo hacía por mi, por mejorar, para demostrar al entrenador que no me resbalaba la táctica o los ejercicios. Resultó que al tomármelo tan en serio, mis compañeros se estresaron conmigo porque no les daba tregua ni en ataque ni en defensa, corría como un poseso y defendía con todas las ganas, que no eran pocas. Eso les picó, y muchos se vieron forzados a esforzarse para mejorar y así poder estar al nivel que yo les exigía. Recuerdo concretamente un compañero con el que teníamos un medio pique del colegio por motivos que ahora resultan absurdos, pero entonces en los entrenamientos el chico no me perdonaba ni una, luchaba todas las bolas, y yo hacía lo posible para lograr mi éxito. Al principio en los partidos se negaba a pasar el balón aun cuando estaba solo, pero con el tiempo reconoció, creo, en mi un jugador de confianza. Siempre he defendido el esfuerzo en los entrenamientos, porque es el momento en que realmente mejoras tu técnica y agilizas tu juego, en los partidos no puedes intentar aprender cosas nuevas porque lo echas todo a perder ( hacedme caso, lo hice y nos plantaron unas palizas que "pa qué"). Es cierto que hay días mas inspirados y otros días en los cuales la tónica del equipo responde mas al pasotismo y cachondeo asociado a éste, con lo cual el entrenador se cabreaba y nos mandaba hacer ejercicios físicos de desgaste, yo me creía y comprendía las broncas del entrenador, sabía que lo estaba haciendo mal, y me sentía mal, entonces me aplicaba el ejercicio de castigo a mi mismo con toda la dureza exigida. Más de una vez el entrenador lo valoró puesto que era el único o de los pocos que se mataba en correr por un castigo. 

Evidentemente si ahora no juego es porque no conseguí mantener el nivel y la cualidad de jugador a medida que crecía y a los 18 años me dieron puerta. Seguía esforzándome, pero ahora ya todos eran fuertes y altos, y yo para mi desgracia nunca fui un buen anotador con lo cual el club prefirió buscar otros chavales mas capaces. Tuve un momento de "semi-glória" pero no pasó de ahí. Lo único que sé es que me lo pasaba muy bien jugando a baloncesto. Se me daba mal, cierto, pero lo disfrutaba y me esforzaba por ello. 

Cuando me dijeron que no me querían en el equipo el año siguiente, fueron todo elogios, " eres un jugador ejemplar, no te peleas con nadie, eres muy deportivo, reconoces tus faltas y no te quejas de los árbitros","en los entrenamientos todos saben que curras como nadie"... pero lárgate que no haces puntos (vino todo a decir eso). Lo tuve que aceptar, aunque me ofrecieron ir a otro club a jugar. Yo me negué. ¿Por qué? Porque yo el baloncesto lo disfrutaba con mis amigos, y jugaba por estar con ellos, no por mi talento personal. 

Buena idea? Bien, los ideales matan, ya se sabe.

A vosotros os gusta algún deporte? Creéis en el esfuerzo constante y el entrenamiento para lograr algo? 

Quiero opiniones! 

Merci!