jueves, 15 de marzo de 2012

Admiraciones varias

Estos últimos meses he estado inactivo porque he estado liado y no encontraba un hueco para escribir y/o no sentía la necesidad de ello, pero hoy me he conectado porque el cuerpo me pedía escribir.

Hace años que me dí cuenta de ésto pero no pasa un sólo día sin que me reafirme en esa fuerte convicción: en el mundo estan mis personas favoritas y luego el resto de mortales. Esto es así para mí y para cualquier otra persona en este planeta.

Mis personas favoritas, como título es muy improvisado y no vende, lo admito, pero es por llamarlas de algun modo.

Con el tiempo me dí cuenta de que una persona conoce a muchas otras a lo largo y ancho de la vida. La mayoría pasan, entrando y saliendo dejando un rastro pocas veces marcado en nuestra memoria. Otras personas responden a una serie de características que nos llaman la atención. Son personas que tienen "algo" que nos atrae y nos gusta. Un modo de pensar, de enfocar la vida, un modo de reir, un tono de voz, un pasado difícil, y toda una ristra de valores que concuerdan con nuestra manera de valorar la vida. En un caso hipotético, siempre pienso que son aquellas personas que si pudieran mandar en el mundo, harían del mundo un lugar mejor, a nuestro parecer.

La palabra admirar denota quizás un punto de fanatismo en el contexto de una persona individual. Se suele "admirar" a las personas que han sido tema de conversación en todo el mundo, premios Nobel, actores y actrices, músicos, artistas, empresarios, políticos,... gente conocida por las masas. Personalmente yo admiro más a mis conocidos. Admiro de un modo "humil" si se puede llamar así, puesto que esas personas no son conocidas globalmente y no estan revolucionando el mundo (todavía). Son personas normales y corrientes, con una vida tan típica y mediana como marcan las estadísticas de la mayoría de la población. Gente con famílias medianas o incluso humildes, que logran que sienta que me desviviría por ellos y ellas.

Esas personas a las que admiro, me ha llevado tiempo conocerlas, y de vez en cuando conozco alguien que me parece excepcional y siento que quiero conservar a esa persona junto a mí toda mi vida. Aún me considero muy joven en la vida pero debo decir que el listón está muy alto. Tengo el inmensísimo placer de conocer personas que valen más que todo el oro del mundo para mí, y algunas mucho más que otras. Me exijo lo mejor de mi para dárselo a quien admiro de corazón, quiero poder ofrecerles el mismo sentimiento de felicidad y fortuna que ellos y ellas me proporcionan a mi. De otro modo no tendría nada ningun sentido.

Y en días como hoy me he preguntado qué pasaria si tansolo una de esas personas desapareciera de mi vida. Si viera que alguna de esas personas decide seguir la vida hacia adelante y que no cuenta conmigo para estar a su lado, mano a mano, riendo, comentando, compartiendo y ayudando mútuamente. Si no pudiera ser de utilidad para esas personas, sinceramente no sé que haría. Admirándolas como lo hago, no cabe duda de que me alegraría por sus nuevos destinos y sus nuevas aventuras, pero creo que alguna parte del corazón me ardería de dolor al no poder ni tan siquiera contárselo. Me esfuerzo para ser alguien de ayuda e intento por todos los medios estar a su altura, porque solo su compañía ya es más de lo que puedo pedir, y en pro de conservar estas personas toda mi vida, he cambiado y modificado mis propias decisiones y preferencias más de una vez y un poco en contra de mi voluntad más ególatra. Quizás no hago lo correcto, como se suele decir. Quizás debería mirar por mí antes que por los demás por mucho que admire a alguien, pero no logro entender la vida de otro modo que no sea éste.

Algun día me decidiré y contaré de cada una de estas personas lo maravilloso que puede llegar a ser el ser humano. Será largo, pues no pienso omitir detalle, pero creo imprescindible que el mundo conozca lo mejor de su propia espécie, nuevamente, a mi parecer.