lunes, 13 de diciembre de 2010

Navidades "sinfín"

Se acercan las fechas entrañables. Las fechas de las cenas de empresa, de cantar villancicos, de llevar la batamanta a todas horas, de saturar los hogares de "papanoeles" que trepan por los balcones y adornos por toda la casa sin olvidar tener en el CD de la cadena de música el tipiquísimo disco de "Clásicos Navideños para toda la família". En los grandes almacenes, las calles de las ciudades y fábricas varias de los polígonos industriales ya brillan cada noche las lucecitas de LEDs que dan a todo cuanto nos rodea un aire de felicidad que no sabemos exactamente de donde proviene pero aparece y permanece hasta pasado el día de Reyes.

Y enmedio de toda esa fase de adaptación a los días de joya viene alguien de la família con un papel o una agenda en la mano o cualquier objeto preparado para tomar notas y pregunta sin darle más importancia:

"¿Y tú para Navidades que quieres que te regale?"

Cada vez que me preguntan eso se me atraganta el alma un poquito. Cada año la misma pregunta, y de parte de varias personas. Entiendo que en esas fechas se regalan cosas a varias personas y no se puede estar pensando qué regalar a cada una porque no es demasiado viable, pero me siento con la paradójica sensación de que debo darles algun tipo de respuesta para que puedan comprarme algo pese a no necesitarlo. "No necesito nada, gracias" no es una respuesta válida. Dar algún tipo de obsequio es algo a lo que nos sentimos obligados para que se sepa que apreciamos a esa persona.

Desconozco hasta qué punto eso es así en el resto de hogares españoles, pero tengo la sensación que el factor sorpresa es algo que ha quedado casi en exclusiva para los más peques que sueñan con la llegada de los Reyes Magos, y aún así muchos ya saben que les van a dar lo que han pedido.

De hecho está tan estandardizado que nadie se sorprende de todo eso. Hay personas que viven la Navidad como si fuera la época más mágica de todo el año. Otras dicen que no tienen nada que celebrar y no van a ningun lado ni hacen nada especial. Otras dicen lo último pero se apuntan al bombardeo social de las fiestas, celebraciones y tradiciones varias tales como enviar postales de felicitación o cantar villancicos e hincharse a polvorones y turrones.

En todo esto la sociedad de consumo siempre viene fuertemente controlada, atacada y condicionada por las empresas, que siempre esperan hacer el agosto fuera de época. El mercado arrasa con la publicidad y la condición Navideñas, desde hace muchos años y empezando cada año más pronto. Visto fríamente a veces da vértigo.

La Navidad es algo muy curioso a nivel social, en resumen. Con los años, la experiencia de un servidor  ha demostrado que a veces se prefiere la compañía de esos seres y compartir y gozar de sus sonrisas, más que el regalo que te puedan hacer. Pero puesto que cada persona es un mundo y lo pinta con su propia paleta de colores, que cada uno haga lo que buenamente pueda, señores.

Al menos en esa época todos vamos un poco más alegres, en general.
Ala a comprar todo el mundo!

Cual es el regalo de estas Navidades? (yo ya casi lo tengo, y como me salga bien seré un héroe)

5 comentarios:

David dijo...

Os recomiendo conocer también para estas fechas de fiesta la revista de navidad: http://navidad.es

Anónimo dijo...

Pues sí, la pregunta se da en bastantes hogares... Yo suelo contestar que nada, pero claro...

Hay que dar un "salto", en ese sentido, contestar "nada" solo es válido cuando tú regalas "nada", pero en mi casa eso es implanteable, porque no te creen, que no vayas a regalar algo, y porque te lo regalarían igualmente, aún sabiendo que no habrá regalos (yo lo he puesto en práctica en algún santo o cumpleaños pero la teoría no se cumple; no es recíproco).

En Navidad, es difícil ponerlo en práctica, porque me daría la sensación de ser poco menos que un "ogro", un huraño y uno se siente mal si le regalan y no da nada a cambio.

Los mejores regalos son los "sin motivo", los "hoy pensé en ti y creí que esto te gustaría", suelen ser los más sencillos y los más bien acogidos.

podi-.

xavi dijo...

assumim-ho, la societat està malalta en quan a interpretar el concepte felicitat. Ens enganyarem un any més, tindrem aquesta felicitat temporal a través d'obsequis materials.

repeteixo, malalts tots

Anónimo dijo...

M'alegra saber que pensem semblant Cesc. He quedat acollonit de llegir avui la teva entrada i veure que fem les mateixes reflexions en l'entrada dedicada al nadal (molt més elaborades i profundes en el teu escrit).

El tema és regalar o obsequiar per demostrar. I qui més ho fa és qui més experiència té i qui menys ho hauria de fer. Contradiccions.

Escrius molt bé, m'agrada llegir-te, m'agraden les teves idees.

Fins la pròxima

Linira dijo...

realment ja saps què en penso de tota aquesta farsa de felicitat enganxada amb celo.
A mi aquestes dates em serveixen per a veure a tota la gent que estimo de veritat i que durant l'any sóc incapaç de fer els quilòmetres que ens separen. També penso que si la distància fos major, les ganes de retrobament també. A part d'això no tinc perquè regalar absolutament res, amb el sol fet d'estar jo crec que és suficient, no?