viernes, 19 de junio de 2009

Time is moving on

Con la llegada del verano, me he dado cuenta de que hace una semana no sufría este calor bochornoso. Y, junto con el fin del curso escolar de algunos compañeros y otros acontecimientos, me he dado cuenta de que, sin que yo me enterara, se me han colado 10 años así de golpe.

Durante la mayor parte de mi vida, 10 años han significado para mi una parte muy grande de mi vida. Pero ahora mismo ese concepto empieza a quedar sin sentido, a medida que cumplo año tras año.

Es inacabable la lista de cosas que he hecho en 10 años, y aun así siento que he menospreciado y malgastado muchas horas de esos 10 años. Todo el mundo dice que el tiempo es un bien escaso, que el minuto pasado está muerto y no volverà, si no lo has aprovechado allá tu. En la vida las reglas son sencillas, tienes tiempo y eres dueño de cada uno de los segundos que vivas para hacer lo que quieras con ellos. Sólo hay un detalle. No te diremos cuando dejarás de tener tiempo. Un día tu reloj, y el suyo, y el mío, y el de todos, dejará de contar segundos y como suelen decir, quizás pase toda nuestra vida por delante en el último de los segundos, sólo para acabar sabiendo si hemos aprovechado ese regalo que se nos ha dado.



Mañana yo, por mi parte, haré un poco de reflexión (que hoy ya es tarde) sobre esos 10 últimos años, para valorar si me siento satisfecho con el tiempo que he vivido. Podré saber qué cosas quiero mejorar y qué otras haré igual de bien, sólo con tal de poder saber, dentro de 10 años, que no me arrepiento de nada de todo lo que habré hecho y, aún más importante si cabe, que no me arrepiento de AQUELLO QUE NO HABRÉ HECHO.

El tiempo pasa y no nos damos cuenta. Segundo a segundo, minuto a minuto. Y miramos atrás y hay siempre tantas cosas que debimos haber hecho en su momento y que no hicimos. Y pensar que esos segundos ya no volverán es algo que hay que aceptar. Que duele inmensamente en algunos casos. No tanto en otros.

En cualquier caso, cuando uno mira atrás y se siente mal por algo pasado, lo que se debe hacer está clarísimo: no tener que sentirse mal en un futuro, por lo tanto, aprender qué debemos/queremos hacer con cada uno de los segundos que vendrán. Y saber que en un futuro nos sentiremos tranquilos de no tener una sensación de tiempo malgastado.

-------

P.S.: Ahora que has leído esto, gracias, pero ponte las pilas y sal a aprovechar cada uno de los segundos que esperan ansiosos delante de las agujas de tu reloj!


n'han passat 10
i em sento com si fos ahir,
n'han passat 10 i no se com,
sense tu, he arribat fins aquí.

probablement sigui doncs la raó,
que en realitat, mai t'has allunyat gens de mi
T'ESTIMO

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola; nunca, creo, hemos de arrepentirnos de lo que hicimos en el pasado (puede que hiciéramos bien o hiciéramos mal, eso es otra cosa). Las cosas hechas en el pasado fueron así porque se tomaron las decisiones que correspondían a las circunstancias que nos envolvían en dicho momento, que eran distintas a las que nos envuelven ahora y que por ello, quizás, ahora haríamos las cosas de manera diferente, pero no entonces.

En el aeropuerto de Hong Kong leí "la frase del día" -en un Pacific Coffe-, que decía:

"Happiness can not be travelled to, earned, worn or consumed.
Happiness is the spiritual experience of living every Minute with love, grace and gratitude.

Denis Waitley."

Es decir, aunque seamos producto de nuestro pasado y nuestro presente condicione nuestro futuro, sobre todo hemos de potenciar el vivir nuestro presente con plena conciencia.

podi-.