sábado, 2 de agosto de 2008

Empezar a mejorar

Hoy me siento agobiado. Es sábado y me toca trabajar antes de vacaciones, que por fin ya están al caer, pero no puedo dejar de tener una sensación de intranquilidad, de que algo de mi vida escapa a mi control y, en la situación en la que me encuentro actualmente, eso se transforma al poco rato en una sensación de tristeza. No es una tristeza suficiente como para querer llorar, se acerca más a la impotencia.


Hace una semana y media que intento vivir el momento, ser feliz a cada instante y no mirar hacia atrás, intentando dejar un pasado del que solo quiero tener buenos recuerdos, y eso no será hasta dentro de un tiempo me temo. Me he levantado al mediodía y al paso de los minutos esa sensación de agobio me ha empezado a comer por dentro. Me he puesto a pensar en qué debe de ser lo que me agobia y he dado con la información. La demasiada información.

Estos días he empezado muchos proyectos a corto y medio plazo: conocer gente, establecer ciertas relaciones con personas que aprecio y quiero, pasarlo en grande con los amigos, tener un buen fin de semana de fiesta mayor, estudiar algo nuevo que me inspire, decidir si me vuelvo a vivir con mi familia o me busco otro piso, implicarme en un deporte y recuperar un poco la forma, ayudar a los amigos que pueda si lo necesitan, aprender a discernir entre lo que me guardo para mi y lo que quiero que sepan los demás, aprender a valorar otros tipos de música e irme de viaje con mi familia, entre otras cosas. Muchas cosas.

En aproximadamente un mes he intentado darle un giro completo a mi vida y poner todos los aspectos de mi vida en su sitio. Imagino que el problema nace en el enfoque técnico que le doy al tema, que no parece tener más problema que el de una buena organización. Pero soy un ser humano, y como tal, nada de lo que pasa en mi vida responde a un esquema definido y controlado con lo cual resulta más difícil de lo que parece, poner en orden mi vida.

De algún modo, cada parte de lo que forma mi vida se desordena o se descoloca con cierta naturalidad.

Tengo la sensación que no sólo quiero conocer gente nueva para hacer nuevas amistades, que las relaciones que intento establecer están amañadas y manipuladas por mis sentimientos de flan, que salgo con mis amigos más por ellos que por mi, que el fin de semana de fiesta mayor ya empezó cojeando y no se cómo acabará, que si me preocupa más mi apariencia que mi capacidad de realizar bien el deporte.
Veo que ayudar a los amigos no es solo cuestión de amabilidad sino de paciencia porque sus problemas no se arreglan siempre con un par de charlas metafísicas.
Creo que la música nueva que escucho es algo más por quien me la descubrió que por la curiosidad que me suscita la música en si.
Me doy cuenta de que aquello que daba por solucionado en mi corazón todavía sigue sin estarlo.


La única conclusión a la que puedo llegar es que, antes de hacer nada, debo pensar QUE quiero hacer y POR QUÉ quiero realmente hacerlo. Tengo toda una tarde/noche por delante. Hay que deshacer todo ese agobio. Hay que empezar a mejorar como ser humano. No para la sociedad, sino para mi mismo.

viernes, 1 de agosto de 2008

Frasier

"Hola, soy el doctor Frasier Crane. Te escucho."



Esa coletilla marcó la que para mí fue una de las series de las que mejores recuerdos guardo.
"Frasier" es una serie televisiva de humor que se emitió años atrás en el C+ (Canal Plus) en horario no codificado. Fue, en su momento, una serie de gran acojida.

Me gusta el enfoque que tiene la serie. Explica la vida alrededor del doctor Frasier Crane, un psiquiatra que "ayuda" a la gente a través de un programa de radio. Tiene un hermano llamado Nails que también es psiquiatra y los dos se decantan por la vida lujosa y la alta sociedad aunque ellos mismos serian sus peores pacientes.

Todo empieza el dia que el padre de Frasier se muda a vivir con él porque tuvo un accidente doméstico y ya esta mayor para vivir solo. Frasier, recién separado y con una nueva vida por delante tiene que ver como sus planes se tuercen por la llegada de su pare que, nada más entrar en el piso (de diseño con muebles de lo más "chic" de la ciudad) mete enmedio del salón un butacón reclinable viejo, sucio y roto de los años 20 que no pega con absolutamente nada.
Eso es pisar la dignidad y lo demás son cuentos olímpic...quedigo chinos.

La serie gasta un humor inteligente, no agresivo, con calidad, con respeto, y sobretodo un lado muy humano que refleja los temores más cotidianos de las personas. Cosa a la que se dedican precisamente los hermanos Crane. Bonita paradoja.

Hay otro personaje que no pasa desapercibido. Es Eddie, el perro del padre. Es un perro muy divertido y que hace todas las escenas un poco más ligeras con el caracter que tiene. (Aún no se como lo han logrado. Tiene que ser dificil educar a un perro tan bien para grabar algunas de las escenas que salen) .

El otro punto fuerte de la serie es la banda sonora. Una banda sonora basada en Jazz que le da a la serie el toque de glamour que necesita. Sencillamente perfecto.

A mi personalmente esta serie me gusta (por si alguien no lo había notado), me hace reir, pero también me hace pensar sobre la actitud que la gente adoptamos ante ciertas situaciones y cómo afrontamos los problemas de la vida real. A veces solucionamos las cosas basándonos en el miedo o la incomodidad que nos generan, y suele ser una solución incompleta, brusca, y rápida. Tambien podemos pensar unos minutos más con algo de hielo en la cabeza (para pensar fríamente) y afrontar las cosas desde un ángulo un poco más correcto, humanametne hablando.


Que me gusta la serie, vamos. Os la recomiendo a tod@s!!



La podéis encontrar en el apartado de "series" de "Cinetube.es"