domingo, 2 de noviembre de 2008

Cruzando el charco (parte 1)

Por fin tengo un ratillo para sentarme y escribir sobre la última de mis aventuras que algunos bloggers tanto me han reclamado: El proceso de mitosis en relación con la política ecuestre europea. ... .... ¿no? ¿No cuela?
Bueeeno... Es coña (ja. ja. ja. basta de ‘chorrás’)

Ciertamente lo que sí hice fue pasar 10 días en los Estados Unidos, y sobre eso voy a tratar en esta y las próximas entradas, sobre mi experiencia en ese país tan complejamente paradójico para mi.

El viaje empezó a las 5 de la madrugada de un viernes día 8 de Agosto. Nos levantamos toda la familia, nos preparamos y salimos de camino al Aeropuerto del Prat. Me sorprendió ver a estas horas, inhumanas por definición, toda la terminal llena de gente que, como nosotros, partía en busca de lo que fuera menos trabajo fuera del país por unos pocos días. Este aeropuerto está mal montado. Si vais a otro aeropuerto de cualquier lugar veréis que las taquillas de "Check-in" se distribuyen a lo largo de una terminal en forma de columnas que se organizan por compañías, vuelos y clases de pasajeros. En Barcelona todas están en una pared de la terminal formando una inmensa fila. Esto implica que la gente se amontona para hacer cola y mientras haces cola, no sabes con exactitud si tu cola va a tu zona de check-in o no. Es un desastre. En fin, pasado este primer obstáculo fuimos hacia la zona para pasajeros, previo paso del control de seguridad, 2 detectores de metales, 4 Guardias Civiles (2 sentados y 2 "vigilando")... No hubo incidencias. Lo comento porque a lo largo del viaje no vi NADA tan poco vigilado. Nos dirigimos a la puerta de embarque y no sobrados de tiempo, pero llegamos bien. La primera parada era London Heathrow, el aeropuerto más importante del Reino Unido. Llegamos allí a las 9, las 8 hora local. Una vez allí un autobús nos llevó de la terminal 5 a la terminal 1 dónde haríamos el tránsito hacia el Jumbo que nos llevaría a Estados Unidos. La seguridad aquí ya fue más presencial, avisaron que todos los líquidos debían estar en bolsitas de plástico y no más de 100 ml de líquido por persona. Al llevar el “boarding pass” impreso de casa (puesto que lo hicimos por Internet), las chicas que comprobaban los embarques me dijeron que nos esperáramos a que pasara el resto de gente. El aviso era para los 8 del grupo. Bien, pues mi padre intentó hablar con las mozas "que se espere señor, por favor", luego fue mi hermano, "que se espere señor, por, favor" (siempre tan educados los ingleses). Mi abuela pese a que yo se lo dije a todos y en la lengua de Pompeu Fabra, no quiso ser menos. "que se espere, por favor”... si ya me dicen que en mi familia la perseverancia es una cualidad. Al final nos tocó el turno y pasamos sin problemas. De nuevo nos tocó pasar puertas de seguridad, pero esta vez no eran ni 2 puertas ni 4 polis. Había entre 15 y 20 detectores de metales, con entre 3 y 5 policías en cada puerta vigilando al personal. Los zapatos fuera, chequeo al detector de metales, y luego al tacto (a esto lo llamo yo tocar los huevos). Bien, en la zona de pasajeros nos informamos de a que distancia se encontraba nuestra puerta. 20 minutos a pie, y no era de las últimas, no. Aprovechamos para tomarnos algo rápido y mientras pude observar a un hombre que intentaba meterse en la boca una hamburguesa de medio palmo de alto y uno entero de diámetro. Cogió el hamburguesón con las manos, se lo acercó a la boca, la abrió, la abrió un poco más y quiso el buen hombre conservar su dignidad dejándola nuevamente en el plato y atacándola con cuchillo y tenedor. Sabia decisión, pues le habría hecho una foto al momento. Después de esto partimos hacia nuestro avión. Era un modelo 747 Jumbo de la casa Boeing, típico avión de los vuelos transatlánticos. Entramos por la puerta delantera del avión, de modo que pudimos ver los asientos de primera clase con sus mamparas para no ser molestado, pudiendo reclinarse y descansar tumbado completamente todo el viaje y mantas de lana gruesa. Un lujazo vamos. Avanzamos unos metros más y llegamos a la conocida clase Turista, o gallinero. Si en una fila de 1a clase había unas 6 o 7 personas, en la nuestra había 10 y una fila suya era entre 2 y 3 de las nuestras. Todo hay que decirlo pero, aunque estrechos, cada persona tenía su propia pantalla táctil dónde podía elegir música, películas, documentales, series, y demás programación de entretenimiento para aligerar un poco las más de 11 horas de vuelo que nos quedaban por delante.


He viajado otras veces en avión pero cuando el 747 se empezó a mover hacia la pista de despegue me entró como una sensación de nervios y nostalgia que no supe justificar muy bien. Era la primera vez que iba tan lejos, era algo totalmente nuevo para mí, era algo que debía aprovechar. Me tocó, creo, la que era una de las dos peores posiciones del avión, el centro de la fila central, ni ventana, ni pasillo, ni nada; sólo mi hermano a un lado, y una señora sueca en el otro. Debo reconocer que al ser la primera vez, no me molestó en absoluto y el viaje lo pude gozar sin muchos reparos. Salimos de Londres a las 3 pm y llegamos a las 3 pm en Los Angeles 11 horas y algo. Para mi sorpresa, en la pantalla táctil había una opción que mostraba información sobre el vuelo, la posición actual del avión, la temperatura exterior, la altitud, la distancia restante y las horas de vuelo pendientes, así como el viento en contra y la velocidad. Estábamos a -50ºC, a unos 12000m de altura y volando casi a 1000Km/h. Al ir hacia el oeste hacíamos el mismo recorrido que hace el sol, con lo cual este nos acompañó durante las 11 horas, y no se hizo de noche en ningún momento. No fuimos en línea recta como seria de esperar. Hicimos una especie de parábola (para los de ESO, un arco), y pasamos por Islandia y Groenlandia, con lo que pudimos ver algo de hielo.


Al final llegamos al aeropuerto de LAX (Los Angeles International Airport). Eran las 3 de la tarde, tardísimo en la hora española. La terminal donde llegamos estaba medio en obras y daba una impresión un poco sucia. Nos pusieron en una fila para el control de seguridad. Por turnos un guardia típico y tópico americano (uniforme negro, pelo corto, placa dorada en el pecho y los hombros, armas reglamentarias, músculos, y cara de suficiencia). Nos preguntó quienes éramos, qué hacíamos allí y cuando nos largábamos. Nos hizo unas fotos con una webcam e incluso habló un poco de español con nosotros, llamando "chiquitín" a mi padre (suficiencia y tal). Pasamos la prueba. Fuimos a buscar el equipaje. Mientras esperábamos pude fijarme en la grandiosa cantidad de agentes de policía que había allí dentro, y todos vigilaban a su modo. Todos eran fuertes y atlétic@s. Era sorprendente. Mi tío quiso hacernos una foto. No tuvo tiempo casi ni de encenderla. Al momento un policía le decía amablemente, "Please man, no photos allowed inside". Me llego a tirar un pedo y me arrestan. Seguíamos esperando y las maletas no llegaban. Teníamos que recoger 9 maletas y sólo habían llegado 5. Bien, "acabamos de llegar a Los Angeles y nos faltan 4 maletas", incluida la de mi abuela. Perfecto, fuimos a perder otros más de 60 minutos para reclamar el equipaje perdido. Al rato nos acordamos de que fuera nos esperaba el tío de la compañía que nos tenía que llevar al hotel. Salí corriendo a buscarlo porque con el rato que llevábamos con las maletas, suerte tendría si seguía allí. Por suerte lo encontré. Hablaba español, que curioso. Pensé que la compañía había puesto a alguien latino para recogernos porque éramos españoles. Le expliqué la situación y arregló el asunto para poder esperarnos hasta que termináramos con los trámites del equipaje.
Mientras íbamos hacia el hotel pudimos empezar a ver los primeros paisajes de Los Angeles. Es una ciudad que crece a lo largo, no a lo alto como aquí. Una llanura interminable cubierta con
casas y carreteras ocupaba todo cuanto podíamos ver.


Íbamos en una autopista de 5 carriles, 4 para vehículos en general y uno dedicado a vehículos con más de un pasajero. La gente lo cumplía, aquí la policía no da tregua por lo que parece. También se puede adelantar por cualquier lado, aunque nadie corría más de la cuenta. En medio del mar de casas pudimos ver un grupo de rascacielos. Era el centro de negocios de la ciudad más conocido como Downtown. Allí estaba nuestro hotel, junto con los grandes bancos de América y al lado del Hilton. Nuestro hotel, el Biltmore, hotel de 4* de la cadena Millenium hotels. Era un hotel muy bonito pero el personal resultó ser del todo "snob". "A mí no se me peleen" nos dijo una señora a la que quisimos preguntar, y era latina también.

La habitación era muy agradable. Estaba situada en una planta alta al final de un pasillo interminable. Era amplia, con luz tenue, una cama de matrimonio increíblemente cómoda y acogedora. Una tele con conexión a Internet, una mesa de despacho muy elegante, y una lámpara con algunos años encima ya. Los muebles eran de estilo modernista, y las paredes combinaban tonos de beige que le daban a la estancia un aire calido pero no caluroso, clásico a la par que moderno. Se respiraba paz en la habitación. Se podía escuchar el oleaje del tráfico de toda la ciudad como si estuviéramos apartados de éste.


En cuanto me tumbé en la cama, con las sábanas tan fresquitas y tan acolchadito, pensé que cuando pueda elegir la habitación con la que me gustaría pasar el resto de mi vida, intentaré que se parezca a esa habitación de hotel. Por lo demás el hotel era bastante grande y tenía muchos pasillos, y todos iguales, si no memorizabas el número de tu habitación y los giros necesarios desde el ascensor, te podías perder.

Con la tontería de las maletas se nos fue la tarde en vano. Cuando nos quisimos dar cuenta ya eran las 8. En Estados Unidos las 8 significa no encontrar casi ningún restaurante, la gente cena muy pronto allí. Fuimos a un restaurante italiano del mismo hotel y nos retiramos seguidamente a nuestras estancias. Por la mañana siguiente nos esperaba un madrugón para ver las cuatro cosas importantes de la ciudad.

A la mañana siguiente a las 7'50 estábamos todo el grupo delante de la puerta del hotel, tal y como nos habían indicado, esperando el autobús de la ruta turística. Tras una confusión tonta subimos al autobús y empezamos el turismo.

Primeramente nos llevaron a ver la Ópera de Los Angeles. Se ve que si es tan importante, que el director actualmente es Plácido Domingo. Detrás de la Ópera vimos un edificio clavadito al museo Guggenheim de Bilbao, el autor dibujó un mapa, vendió el proyecto a saber a cuántas ciudades del mundo y a cobrar tocan. Y yo que creía que lo de Bilbao era único.

A continuación fuimos a ver "El pueblo de Los Angeles". Seria lo que el barrio viejo de nuestras ciudades, los primeros edificios dónde se fundó la ciudad. Fue fundada por españoles y tiene un aire mejicano que no se aguanta.

Hay que decirlo: me jodió mucho patearme medio planeta para que me hablara todo Dios en español. Yo que llegué con mi título de "Advanced Level in english" todavía calentito y con ganas de hablar en shaekspeariano y casi no pude. Era intentar pronunciar algo en inglés y a la que te oían algo de acento saltaban como alegrándose:" ¿Habla usted español? y adiós al inglés. Nos contaron que en Los Ángeles prácticamente todos sus habitantes son de habla hispana. También nos contaron que hay una media de 2 vehículos por persona, eso significa que el día en que TODOS cogen el coche, automáticamente no hay ni un sitio para aparcar en toda la ciudad. Fuerte, ¿no? A Aparcar un domingo a las 9 de la mañana lo llaman “Impossible Mission 4” o “Desperator”.

Seguidamente nos fuimos a ver el barrio de Hollywood, que pasó a formar parte de la ciudad cuando se quedaron sin agua y pidieron suministro a la ciudad, o algo así nos contaron. Hollywood resultó curioso. No tiene nada de "grande" o espectacular, es más bien un barrio vulgar. Ciertamente en los años 20 fue lo más de lo más, pero ahora sólo queda de este glamour las casas de algunos cineastas y el Kodak Theater, donde se celebra la ceremonia de los OSCAR.


¿Sabíais que el paseo de la fama no tiene nada de fama? Yo siempre lo comparo con la Fórmula1, se ve más y mejor des de casa viendo la tele. En directo sólo tiene "espídermans" barrigones que acosan a los niños. Me encontré también un monstruo de las galletas, y bastantes limusinas.


Seguidamente visitamos la parte alta de la ciudad, vimos el House of Blues, y el “Whisky a Go Go”, y luego llegamos hasta Rodeo Dr., conocido por ser la calle más cara de la ciudad.


Después de esto, se montó un pitote acojonante para que unos se fueran a hacer la visita a los estudios Universal, y el resto nos volviéramos a los hoteles, los guías no se aclaraban entre ellos, y nos metimos en uno de los autobuses, sin la certeza de saber si llegaríamos al hotel.

En fin, tras perder un tiempo valiosísimo cogimos cuatro cosas del hotel y nos fuimos a buscar un restaurante donde comer. Era un sábado mediodía en el centro de negocios de la ciudad, o sea, que no había NADIE, sólo de vez en cuando nos cruzábamos con algún latino. Pasamos por un centro comercial presente en todo Norte América llamado MACY'S, dónde más tarde volveríamos de compras, allí pudimos ver en una hamburguesería "Carl's Jr." lo que ellos llaman "American monster breakfast": (lo recito en modo pila, de abajo a arriba) Panecillo, tortilla, hamburguesa, tortilla, queso, bacon, queso, panecillo. Simplemente creo que con comer media puedes morir.


Salimos presurosos del centro y seguimos buscando hasta encontrar un restaurante italiano que por lo visto se había abierto recientemente. (No se porqué los americanos tiene esa obsesión de indicar-lo todo con neones "BEER HERE" "WE'RE OPEN" "BREAKFAST" ... hasta los restaurantes de cierto nivel lo tienen.. es algo que encuentro feo).


Comimos muy bien y en abundancia. (el acompañamiento del plato era 3/4 partes de toda la comida) y el "refill" de Pepsi era gratis, como es costumbre en ese país. Genial.

Luego fuimos a dar una vuelta al MACY'S para que mi abuela se comprara algo de ropa y otra maleta, pues ya habían llegado todas las maletas menos la suya pobre. Era un centro comercial grande, tipo Cortinglés. Era un sábado por la tarde, y no había mucho ambiente, pero no faltaba gente. Pronto me dí cuenta de que había algo diferente en ese centro de los otros que yo conocía. Había una planta exclusiva para ropa de hombre!! En mi vida había visto nada semejante, pero para el "más difícil todavía" os diré que en esa planta encontré algo que vería mucho más a menudo en las otras ciudades y aeropuertos: Una máquina expendedora de IPods!! Sí sí!! Como las de snacks de patata pero con pantalla táctil y lector de tarjetas de crédito! Estuve a nada y menos de comprarme mi ipod allí, pero temí por el funcionamiento de la máquina, que no fuera a dejar caer mi ipod de un metro de altura cual bolsa de chips y me jodiera el ipod, la pasta, la dignidad y la tarde.


Durante la estancia allí pude ver una detención en la entrada del centro. Tuvo su componente "espectacular/peliculero", los agentes no bromearon en ningún momento.
Había un chaval sureño dentro de un coche y de pronto apareció un coche patrulla con las luces, se paró detrás del coche y salieron dos agentes del LAPD. Eran altos, fuertes, con el pelo corto y gafas de sol (no había mucha luz, pero así intimidaban más). Se pusieron detrás de sus puertas con una mano encima de la pistola (por si acaso) y empezaron a chillarle al chaval:

- EH!! Tu!! Saca las manos por la ventana! HE DICHO POR LA VENTANA!!
-Abre la puerta! Abre la MALDITA PUERTA!! Y las manos donde las vea!!
- NI TE GIRES! QUIETO AHI!!

Se acercaron y directo de cabeza al maletero y esposado. Luego lo tuvieron esposado de espaldas mientras le hacían preguntas (ya un poco más calmados).

Fue bastante sorprendente. Aquí en España, no se me ocurre como podrían actuar las autoridades en una situación similar, pero es que tampoco me atrevo.

Llevábamos bastantes horas ya en ése centro comercial y mi abuela ya se había provisto de ropa y una maleta nueva, así que volvimos al hotel para descansar un poco y luego ir a cenar y posteriormente a dormir.

A la mañana siguiente por fin llegó el equipaje de mi abuela. "Más vale tarde que nunca" suelen decir. El plan era ir a visitar los estudios Universal California, que actualmente funciona como parque temático, como UPA. Un guía muy amable nos llevó hasta el lugar y nos explicó por encima la ruta que nos recomendaba. Por lo visto el parque es muy grande y en un sólo día es muy difícil verlo todo, así que nos recomendó ir directos hasta el fondo del parque e ir volviendo poco a poco. También nos recomendó ciertos espectáculos a los que acudir a ciertas horas. A nivel genérico le hicimos caso, pero salvando algunas excepciones que no afectaron a la buena ruta del trayecto de visita. Lo primero que vimos fue el aparcamiento del parque. Nunca antes vi aprovechar algo tan convenientemente: el aparcamiento se llamaba "Jurassic ParkING". Era muy ingenioso, a la par que lógico.


Hicimos una ruta con un trenecito por los diferentes escenarios y estudios del parque y pudimos ver por fuera unos edificios marrones y nos decía nuestra guía nipona castellanoparlente americanizada "aquí se esta grabando HEROES" y todo el mundo.. ooOOOooh!!.. Otro edificio igualito, “y aquí se graba "Numb3rs"” y todos otra vez ooOOOoohh!


Igual que borregos. En fin, es lo que tiene ser turista n_n. También vimos algunos coches famosos que aparecieron en películas como el mítico "De Lorean" de "Regreso al Futuro", o los Mercedes 4x4 tuneados de "Jurassic Park (I y II)".


Nos pasaron una escena de coches de "A todo gas: tokyo race" pero con coches controlados por brazos mecánicos que simulaban las volteretas del coche ante una explosión... hasta ahí todo bien, pero la guía consiguió desgraciarlo todo empezando a cantar "La gasolina", y los coches con ella! Que bochorno. El ‘tour’ prosiguió con naturalidad y pasamos por dentro de un estudio que se demolía con nosotros dentro, pudimos ver escenarios reales de películas como King Kong (la nueva) o el escenario del avión estrellado de "La guerra de los Mundos"(la nueva).



El viaje en trenecito terminó al poco rato y nos fuimos a montar en algunas atracciones. Estuvimos en el tren de "The Mummy", el "Jurassic park (atracción de barcaza de agua con gran caída al final). Luego tocó comer y conseguimos coger unas sillas y una mesa, mientras otros fuimos a por la comida: ensaladas del cesar (ensalada estándar del país) y una pizza de 60 cm de diámetro.
También vimos la nueva atracción del parque, "The Simpsons Ride", una atracción por la que hicimos la cola del año. No sabíamos si era una montaña rusa o una sala tipo Imax. Resultó ser una sala de 3D sin gafas con unos efectos increíblemente conseguidos, mirabas a cualquier lado y podías ver tu entorno. Luego vimos un espectáculo basado en "Waterworld" donde hubo saltos, leches, tiros, gritos, tía buena, banda sonora, agua, buenos, malos y hasta una avioneta que se estrellaba. Vimos un par de espectáculos más en 3D de Shrek y Terminator, y nos fuimos a buscar algo de cenar. Al salir a mi prima le quisieron marcar el brazo por si quería volver a entrar (eran las 7 de la tarde), y aceptó. Más tarde vio que en la marca solo ponía "DONKEY" (BURRA). Estuvimos riendo un buen rato. Finalmente volvimos al Biltmore y nos fuimos a dormir.


El día siguiente era el último en LA. Teníamos la mañana libre y fuimos a explorar un poco la ciudad por nuestra cuenta. Un taxi nos dejó en el barrio de "Little Japan", y allí estuvimos paseando, y andando hasta el "City hall" o ayuntamiento. De allí fuimos a ver el pueblo de los Ángeles por segunda vez. Dimos un par de vueltas y decidimos ir al hotel "Grand Adventure". Para nuestra desgracia no sabíamos dónde coger un maldito taxi. Así que nos repartimos por grupos entre todos, y estuvimos buscando algún taxi. Después de buscar durante rato, me dí cuenta de que a 2 minutos a pie estaba la Union Station, estación de trenes mundialmente conocida gracias al cine. Así que después de comunicar la nueva a la familia partimos hacia la estación sintiéndonos pardillos de primera. No se porqué allí la gente lleva tanta prisa. Cogimos un taxi y el capullo del taxista se largó antes de que mi abuela hubiera entrado del todo en el taxi, arroyándola al suelo. Me cagué en la estampa del taxista. Un conductor "profesional" no debería de cometer semejantes temeridades, aparte que era hispano, pero no dijo palabra alguna en español, esta vez no.

Superado el susto, llegamos al hotel "Grand Adventure", un hotel muy conocido por aparecer en varias películas. En uno de sus ascensores se montó el "Governator" con un caballo, para rodar una escena de "True Lies" (Mentiras Arriesgadas). Allí comimos e hicimos unas cuantas compras a unos chinos. Luego ya nos fuimos al hotel para despedirnos de éste y coger nuestro vuelo.

Una vez en el aeropuerto tuvimos algunos problemas con las maletas (como ya he dicho, el personal de asistencia en America es mayoritariamente nefasto). Después vimos que habían marcado los billetes con una señal: "SSSS" (Selected for Secondary Security Screening) (Seleccionado para un segundo chequeo de seguridad). Eso tan sólo por ser españoles. El chequeo en cuestión: preguntan porque coges ese vuelo, te chequean al tacto, te pasan por un escáner de metales, y luego cogen todas tus maletas y empiezan a abrirlas haciendo pruebas de rastros de bomba en todo lo que hayas podido tocar, mp3, móviles, cámaras, ropa, todo. Nos tuvieron allí hasta el final. Yo iba indicando a mi abuela lo que los agentes le pedían, porque la pobre no entendía muy bien todo aquel espectáculo absurdo. Finalmente pudimos salir del área de chequeos y al rato pudimos coger el avión que nos llevaría a nuestro siguiente destino: Las Vegas (Nevada).

13 comentarios:

_MeiA_ dijo...
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Bluemey dijo...
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_MeiA_ dijo...
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Anónimo dijo...
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_MeiA_ dijo...
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Álvaro dijo...
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Bluemey dijo...

POOOR FIIIN !!

I FINALLY DIID!!!

engue engue!!

a por la segunda parte!

hope you like it :)

Anónimo dijo...

amb pèls i senyals.
sort qe ho fas per parts!
curioso país el de los sueños y la libertad..

encantat de qe tornis a ser a casa :)

_MeiA_ dijo...

oohh! ja teniem ganes de llegir alguna entrada del teu viatge!

Vaia.. quina por amb tanta vigilancia a l'aeroport... i això de "chiquitin"??? jejej,, m'hagués agradat mirar la cara que posaveu en sentir aquesta paraula! jeje
Pk no us van deixar tirar fotos allà dins? mentres que no tiressiu cap foto a un de seguretat..., no?¿ estan carregats de cullons!

bufff.. ja m'agradaria a mi fer un viatge així! ara fa temps k no faig cap sortida.. ja en tinc ganes...

Per cert.. tots aquests comentaris eliminats?¿?¿

un pto

Bluemey dijo...

Xavi: Pues si, es un país un tanto paradójico en ciertos aspectos.

_MeiA_: Si, ja tocava! Vam acabar deduïnt que des de l'11 de setembre viuen amb una por al cos que és inaguantable i per això van passats de rosca amb la seguretat. Si fas cara de àrab o hispano vas venut. Si, lo del chiquitín va estar bé, quins fums que gasten.

PS.: Els commentaris eliminats són els que vau penjar en el seu dia quan vaig fer la preview del post. (és que me sóc retrasat una mica amb la publicació ^Û)

M'iscuzi!!

Dani Moreno dijo...

brf kuanta lletra, un dia k tingui una mitja hora lliure (sembla mentida pro avui tampoc n'he tingut) ja el llegeixo i et dic el ké...XD pk es molt bestia aixo, tindries k fer fascicles mes petits...

beatriz dijo...

Que suerte,espero poder ir algun dia a Estados Unidos.

Dani Moreno dijo...

brfff, palabrita del niño jesus que me lo he leido, jajaja, es que saps que passa que ara he d'anar a dormir i dic mira ja que estas llegint el blog den cesc llegiras lu d'USA viam k tal.

No diré gaires coses pq si tingues que comentar tot el text tornaria a fotre una altre parrafada com la teva, nomes que molta enveja pq per exemple lu dels estudis universal ha de ser brutal o la hamburguesa quadruplebypass ha d ser d'akelles k dps no deus notar el cor bombejar sang de la de colesterol que té, pro vamos que esperant mes capituls...chiquitín, vagi bé i bona nit

P.D: suposo que a Los Angeles s'hi podria fer entendre fins i tot en gerard si dius tant que es de parla castellana...