sábado, 12 de julio de 2008

Agua Brava

Esta semana estuvimos comentando con varios bloggers diferentes modos de gozar de nuestro tiempo libre, haciendo referencia a la entrada de _MeiA_: The torture game.

Ayer por la noche salí de fiesta a unas carpas al aire libre con unos amigos cuando, nada más llegar, empezaron a caer unos goterones de agua que dolían al impactar en nuestra piel casi. Valiente y perspicazmente aguantamos la primera oleada de agua, que ahuyentó buena parte de la gente que allí se encontraba, cobijándonos debajo de una pancarta que nos daba treinta escasos centímetros de suelo seco. No nos íbamos a meter en alguna de las zonas cubiertas porque estaban tan condensadas de gentío que se podría haber mesurado su presión con atmósferas (atm.). Un empleado de seguridad estuvo un buen rato mirando que leches hacíamos puestos en fila sin movernos mucho hasta que descubrió el pastel y se sintió un poco inútil por estar quieto como nosotros, pero él bajo la lluvia. El problema vino en el segundo asalto, que no dio tregua alguna y tuvimos que poner pies en polvorosa, en remojo vaya, y salir corriendo hacia el coche. Estaba lloviendo a mares, a botes y barreños que se dice en catalán, llovían perros y gatos, que dicen los ingleses, una tempestad digna de tal nombre, con truenos rayos y todo el equipo de FX.



Mientras corría detrás de los demás, pensaba en qué coño me impedía quedarme bajo la lluvia de verano y darme una ducha como dios manda al aire libre, relajado, sintiéndome libre, desobedeciendo esa regla no escrita de que la lluvia quema y por tanto no te mojes pordios no te mojes. El problema era que no quería dejarle el coche a mi amigo hecho un asco por la lluvia, además llevaba la cartera el móvil y todo encima y se podría haber estropeado, cosa que no me es indiferente por ahora. Por lo tanto seguí corriendo como si por ello me pagaran y con pluses por hacerlo de manera ridícula y con chanclas. Finalmente llegamos al coche y nos pusimos a cubierto, pero ya era tarde. Estábamos más empapados que el Titanic.

La experiencia estuvo genial y nos reímos bastante pero algún día espero que esa lluvia torrencial me pille paseando en mi pueblo sin móvil, ni coches ni nada de que preocuparme, y poder así sentirme libre y purificado por la lluvia: uno de los mayores bienes de nuestra existencia.

Eso a mi me gustaría poder hacer.

3 comentarios:

Álvaro dijo...

Hombre...ayer existía un pequeeeeño problema además del hecho de llevar encima cartera y teléfono, y de no vestir calzoncillos impermeables. Y es que a mí también me encanta pasear debajo de la lluvia y llegar a casa empapado, chorreando agua por todos costados, pero no me planteo hacerlo mientras en el cielo se vislumbran relámpagos y escuchamos como banda sonora unos truenos la mar de acojonadizos.

Eso sí, fue divertido, aunque hoy haya tenido que pasar una ratillo limpiando el coche xD

El día en que únicamente llueva, te tomo la palabra.

Dani Moreno dijo...

Mira que va ser gran aixo de correr per la pluja, certament si jo no tingués el gran handicap de les ulleres, m'agradaria moltissim estari molts dies a sota, per exemple jo m'hagues quedat el divendres...ara pobre cotxe d l'alvaro dps xD, per aixo es perque sabia mes greu.

En fi, esperem que el cap de setmana ke ve poguem surtir mes, que jo vull celebrar com déu mana que finalment sóc enginyer

_MeiA_ dijo...

si després duna tempesta destiu ten vas cap a casa... si que és divertit mullar-te sota la pluja, però si has d'anar algun lloc... és una putada!
Primer pk vas xop com un ànec, agafes un refredat de dimonis! i a sobre, personalment, sem comença a bufar el cabell, i no estic presentable per anar a cap lloc!